Los jardineros que valoran las soluciones naturales rara vez utilizan fertilizantes químicos ya preparados de la tienda. En su lugar, utilizan trucos caseros que funcionan con la misma eficacia y son seguros para el medio ambiente. ¿Cómo cuidar los tomates y otros cultivos? Usa sal de Epsom.

El abono a base de cáscaras de plátano, café o cáscaras de huevo es una forma popular de mantener las plantas en buen estado. Sirven para cultivos, arbustos y flores de jardín, así como para las que crecen en macetas, aunque, por supuesto, hay que tener en cuenta que no todos son adecuados. ¿Qué más se puede hacer para fortalecer los tomates? Un producto poco conocido acude al rescate.

¿Para qué sirve la sal de Epsom? Esconde muchas propiedades

La sal amarga, también conocida como sulfato de magnesio o sal de Epsom, es un producto popular con muchas propiedades beneficiosas para la salud. Es relajante, antiinflamatoria y favorece la relajación, tanto en términos de alivio de los síntomas del estrés como de relajación muscular.

También se utiliza en cosmética, ya que regula la secreción de sebo. Es muy frecuente añadirlo a un baño relajante, aunque éste no es el único uso que merece la pena conocer. Además, también se puede utilizar con éxito en jardinería. Conviértalo en un abono eficaz y sus tomateras estarán llenas de cosecha.

¿A qué plantas les gusta la sal de Epsom? No sólo los tomates

La sal amarga es una rica fuente de magnesio y azufre, que son beneficiosos para el estado de muchas plantas y favorecen su correcto desarrollo. Esto hace que crezcan sanas y vigorosas.

También es ideal para las coníferas, entre otras cosas, porque además las protege contra el amarilleamiento o el pinking. También puedes utilizarlo en el cultivo de hortalizas, especialmente tomates, pero no sólo eso, porque también funcionará igual de bien para pepinos y pimientos. La cosecha será más abundante, libre de enfermedades y, sencillamente, más sabrosa.

¿Cómo utilizar la sal de Epsom en el jardín? La pulverización ayuda a las plantas y combate las plagas

La mejor forma de utilizar la sal de Epsom es como pulverizador. Con el uso regular protege las hojas de la clorosis y tiene un efecto positivo en el desarrollo del cultivo. ¿Qué necesita?

  • 1 cucharada de sal amarga,
  • 2 litros de agua.

Disuelve la sal en el agua, mézclala bien y viértela en la botella pulverizadora. Utilizar una vez al mes. Si necesita más pulverización asegúrese de mantener una proporción de 1:2 (una cucharada por cada 2 litros). Una mezcla preparada de este modo también ayudará en la lucha contra los pulgones perennes.

¡ATENCIÓN! No utilice sal de Epsom en guisantes, judías, coles, lechugas y otras verduras de hoja verde.

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