Puedes hacer estas galletas de mantequilla con sólo tres ingredientes básicos que seguro que tienes en tu cocina. Son tan rápidas de hacer que ni te lo creerás. Sólo unos minutos de trabajo y podrás disfrutar de unas galletas perfectamente desmenuzables y tiernas. Gracias a esta receta sencilla y económica, podemos recuperar fácilmente el sabor de la infancia y de la cocina casera.

Receta sencilla de galletas de mantequilla: un clásico de la repostería

Las galletas de mantequilla son uno de esos productos de repostería que evocan el sabor de la infancia y la cocina casera. Destacan por su sencillez y elegancia, lo que las convierte en el postre perfecto para cualquier ocasión. Conocidas como shortbread, estas galletas mantecosas ocupan un lugar especial en la tradición culinaria escocesa, demostrando que la comida deliciosa no tiene por qué ser difícil. Su nombre procede de la palabra del inglés antiguo “short”, que significa gordo, y hace referencia a la textura que se consigue gracias a su alto contenido en mantequilla.

La receta de las clásicas galletas de mantequilla es muy sencilla y sólo requiere unos pocos ingredientes. Los básicos son mantequilla, azúcar y harina. Se hornean en unos 20 minutos y adquieren un color dorado. Esta sencilla receta garantiza unas galletas perfectas que harán las delicias de cualquier amante del dulce.

Receta de galletas de mantequilla – ingredientes básicos

Sólo se necesitan tres ingredientes básicos para hacer las tradicionales galletas de mantequilla escocesas. He aquí una lista de ellos y algunos consejos que le ayudarán a preparar las galletas perfectas.

Ingredientes para las galletas de mantequilla shortbread:

  • 340 g de harina de trigo – La harina es la base de toda la repostería. Utilice harina de trigo de buena calidad para que las galletas tengan la textura adecuada. Tamizar la harina antes de añadirla a la mezcla ayudará a evitar grumos y a que las galletas sean más ligeras.
  • 230 g de mantequilla blanda – La mantequilla es el ingrediente clave que da a nuestras galletas su sabor único y su textura crujiente. Asegúrese de que la mantequilla esté blanda pero no derretida para que pueda combinarse fácilmente con los demás ingredientes. Elija sólo mantequilla de buena calidad con un alto contenido en grasa.
  • 100 g de azúcar fino – El azúcar fino se disuelve más fácilmente y se distribuye uniformemente en la masa, lo que garantiza un sabor uniforme de las galletas. Si desea una textura más fina, puede utilizar azúcar glas.

Si quieres aromatizar aún más las galletas, puedes añadir un poco de extracto de vainilla o ralladura de limón. Si enfrías la masa antes de extenderla, será más fácil darle forma y evitarás que se deshaga durante el horneado. También merece la pena añadir una pizca de sal a la masa. A menudo se olvida la sal en las recetas de repostería dulce, pero recuerde que un poco de sal realzará el sabor de los demás ingredientes y equilibrará el dulzor de las galletas.

¿Cómo preparar galletas de mantequilla?

La mantequilla blanda y el azúcar fino son la base que garantizará una masa crujiente y suave. La mantequilla debe estar a temperatura ambiente para que se combine fácilmente con el azúcar y forme una masa suave y esponjosa. El primer paso es mezclar los dos ingredientes, lo que puede hacerse a mano o con una batidora, que acelerará considerablemente el proceso.

Cuando la mantequilla y el azúcar estén bien mezclados, añade la harina y una pizca de sal. Tradicionalmente, las galletas se hacen con harina de trigo, pero también se puede experimentar con una mezcla 2:1 de harina de trigo y de arroz, que añade más crujiente a las galletas. Añade la harina a la mezcla de mantequilla poco a poco, removiendo suavemente para evitar grumos. Es importante no mezclar durante demasiado tiempo, ya que las galletas podrían endurecerse.

A continuación, forma una bola con la masa y extiéndela con un rodillo hasta que tenga unos 2 cm de grosor. Para que la masa no se pegue, extiéndela sobre una superficie enharinada. El rasgo característico de las galletas son los pinchazos de tenedor, que permiten una cocción uniforme. Una vez pinchada, la masa puede cortarse en rectángulos u otras formas al gusto. Cocer en el horno precalentado a 190 °C durante unos 20 minutos. Las galletas deben tener un color claro con los bordes ligeramente dorados. Una vez horneadas y frías, lo mejor es guardarlas en un recipiente hermético en un lugar seco, donde se mantendrán frescas hasta varias semanas.

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