Recógelas en tu paseo, no necesitarás botox. Aprovecha los regalos de la naturaleza
Una piel bonita, nutrida y tersa, sin arrugas, es el sueño de muchas de nosotras. Un cuidado eficaz y barato se ve facilitado por la estación estival, cuando podemos disfrutar de las frutas frescas de temporada. Algunas de ellas son “armas” excepcionales en la lucha contra las arrugas.
El verano es el mejor momento para empezar a cuidar la piel de forma natural. Es la época del año en que podemos aprovechar los mejores regalos de la naturaleza, a saber, sabrosas verduras y frutas jóvenes. No hay que olvidar que son ingredientes esenciales de todas las cremas, mascarillas, tónicos, champús y acondicionadores que compramos en las farmacias. La temporada de bayas acaba de empezar, así que son buenas noticias no sólo para nuestro paladar, sino también para nuestra piel.
Los cosméticos caseros elaborados con frutas de temporada son muy populares. Sobre todo cuando tenemos la posibilidad de ahorrar dinero en lugar de gastarlo en caros productos de droguería o costosos tratamientos en salones de belleza.
Mascarilla facial de arándanos. ¿Cómo funciona?
Las bayas son una auténtica riqueza de nutrientes. Pero nos gustan sobre todo por su sabor. Así que cuando tengamos la tentación de coger un paquete de bayas con fines culinarios, guardemos un puñado para más tarde. ¿Por qué? Porque podemos utilizarlas como mascarilla casera para nutrir y reducir las arrugas.
Las bayas son una fuente rica en antioxidantes, es decir, antioxidantes que combaten la acción de los radicales libres. En definitiva, son responsables de prevenir el envejecimiento de los tejidos. Por eso se encuentran en la composición de muchos productos antienvejecimiento.
Además, el uso regular de una mascarilla de arándanos reduce la decoloración de nuestra piel. Esto es gracias a la vitamina C, que ilumina y unifica el color de la piel. También tiene un efecto antifúngico y antibacteriano, por lo que favorece la lucha contra el acné.
El uso regular de la mascarilla de arándanos dejará la piel hidratada, luminosa, visiblemente rellena y alisada. Los ingredientes que contienen las bayas también reducen las líneas finas y las arrugas, dando al rostro un aspecto radiante, fresco y más joven.
¿Cómo preparar una mascarilla de bayas?
Necesitarás:
- 1/4 taza de arándanos frescos
- 2 cucharadas de yogur natural
- una cucharadita de miel
Para empezar, nos pondremos con la fruta. Enjuaga bien las bayas con agua y luego tritúralas. Puedes hacerlo con un tenedor o triturarlas hasta hacerlas “papilla” en una batidora. Añade el yogur y la miel a las bayas y mézclalo todo bien. Aplique la mascarilla sobre el rostro limpio y seco, evitando la zona alrededor de los ojos y la boca, déjela actuar unos 15-20 minutos y aclárela con agua tibia.
¡ATENCIÓN! Antes de utilizar la mascarilla de bayas, hay que lavarlas. Especialmente si se trata de su propia cosecha directamente del bosque. Hágalo siempre para evitar consecuencias desagradables para su piel.
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